Fantasmas sobre la mar

El cielo se estrelló sobre la mar
frágil y sutil como un silencio...

Callaba la Noche....

Envuelta en tus recuerdos de niña,
tus pupilas destellaban oleajes;
castillos de arena sobre tu rostro
mutaban en soledad el paisaje...

El cielo se estrelló sobre la mar...

Fantasmas caminaban sobre la playa,
heraldos de un devenir de espumas,
silentes espejos de uno mismo
fragmentos acuosos de la infortuna...

Frágil y sutil como el silencio...

Y ahogaste una a una tus memorias,
sumiste tu pasado en el abismo;
enmudecieron tus huellas en la arena
y te uniste con el mar cual su fueses río...

Callaba la noche....

(1999)

Cotidiano

Enciendo la radio,
escucho noticias
creyendo que el tiempo
no dice mentiras,
veo mi foto
con más arrugas que yo

Levanto la cama
y busco mis lentes...
leo la carta que ayer me llegó
mientras bebo un café
más amargo que yo

Que sera un día difícil
dice Gutiérrez Vivó
que baja la bolsa,
que sube la leche,
que el Barça no pierde,
que hay vida en Marte
y que vuelven los Rollign Stone

En fin, es un día normal...
otro día más
en esta gran ciudad...

Y salgo a la calle
a enfrentarme a la gente,
a falta de carro
me pierdo en el metro,
con tantos andenes,
no sé a donde ir...

Llego al trabajo
a empezar la rutina,
mi jefe me dice
que no habrá aumento,
que sigo en la oficina,
que “que le vamos a hacer”...

En la computadora
hay tantos archivos,
que abre, que cierra;
que corta, que pega,
que sube, que baja;
comando incorrecto,
que ya se paró...

En fin, es un día normal...
otro día más
en esta gran ciudad...

Y salgo cansado...
de nuevo a la calle
a evitar los asaltos
y a los policías
que están en la esquina
que roban el dinero o la vida.

Me subo al “micro”
que va a toda prisa
con el “estéreo”
a todo lo que da
y al conductor gritando:
“Pásele pa'trás”

Me duermo un rato
junto a la ventana
y una señora
con bastante grasa,
me empuja, me grita:
“Que hágase a un lado
que ya me pisó”

En fin, es un día normal...
otro día más
en esta gran ciudad...

Por fin llego a casa
y preparo la cena,
escucho noticias
y el locutor dice:

“...es un día más
en esta gran ciudad”...

(1997)

Absurdos

Llueve en la ciudad y yo sonrío
como si fuera parte de esa nube negra
que lo cubre todo y convierte en mar el río,

No enciendo el foco de mi habitación,
prefiero la luz del rayo sobre mis ojos;
el ruido de la lluvia en la ventana
a oír la canción de éxito de esta semana

No se si me hago más viejo o más tonto;
la realidad me parece más absurda;
o es que quizás soy más irreverente,
más loco y menos creyente de la cultura

Llueve en la ciudad y yo me río
de la gente que huye y corre sin sentido
y sólo abre la boca para quejarse,
como si las gotas fueran también políticos

Y es que la vida es tan absurda:
queremos morir con cadáveres sanos,
vamos al gimnasio y seguimos superdietas
con aire de monjes tibetanos.

Buscamos en la computadora
revelaciones que guíen la existencia
y en Internet por 35 dólares
un predicador ofrece la vida eterna

Llueve en la ciudad y yo sonrío
y es que en estos días quiero sonreír
burlarme hasta de mi mismo
al recordar los días de abril.

Y la lluvia sigue espantando sombras,
deshaciendo absurdos,
cayendo al fin...
guardando silencios....

Y yo sin dormir,
riéndome de todos, riéndome de mí...
(1997)