Recientemente me llegó un correo invitándome a anular mi voto, como una forma de protestar e incidir en el espacio electoral, aseverando que es mejor que el abstencionismo.
Creo que quienes tienen definido votar, votarán; y ya a estas alturas, tendrán más o menos definido por quien lo harán. Los que tienen decidido igual no votar, también tienen claro porque no lo harán. Los primeros, como otrora centrándose en la fecha crucial donde cruzarán la boleta, como acto purificador del sistema político imperante al que aun consideran perfectible; los segundos, como una forma de expresar su descontento, desilusión, apatía o frustración, pero aun en referencia a él.
Pero votar o no votar es una falsa disyuntiva, ya que en ambos casos se es funcional al sistema. Al votar, se legitima ese mecanismo de control ciudadano; al no votar o anular el voto, se convalida la farsa electoral, porque el abstencionismo no tiene carácter revocatorio, y el voto nulo siempre es una boleta manejable y si una agrupación lograra organizar una fuerza para lograr anular el 20% de los votos, debería dedicarse a algo más productivo, con ese porcentaje tendría un poder de convocatoria como el que ahora le atribuyen a López Obrador los mercaderes de las encuestas.
Pero la cuestión está en salir de la disyuntiva y plantearse por lo menos tres cosas: ¿Qué contrapesos se pueden implementar a la clase política actual? ¿Cómo impulsar e implementar mecanismos de participación y contraloria ciudadana en el gobierno? y ¿Qué estrategias debieran diseñarse y aplicar para sustituir la clase política actual y su modelo excluyente?
En tanto que, los votadores amlicistas, deberían de plantearse cómo incidir en la estructura de MORENA que continua repitiendo los vicios de siempre, como ahora en Chiapas; que mecanismos implementarán para que el lopezobradorismo cumpla sus promesas de campaña y como podrán incidir en el actual sistema político que pretenden sanear sin repetir la experiencia chilena.
No obstante, yo me preocuparía más por la ampliación del control militar en todo el país, que como nunca hace cernir sobre nosotros el paso a una dictadura militar tutelada.
