Ya lo vimos con Atenco. Los de arriba mienten descaradamente y los medios masivos de comunicación se encargan de ratificarlo. Si en Atenco intentaron convencer a la opinión pública de que su operativo había sido limpio (sin violaciones, sin tortura, sin detenciones injustificadas) ahora pretenden convencernos de que el operativo militar de Oaxaca fue blanco. Desde ayer, Vicente Fox presume de que la recuperación de la paz y la tranquilidad social se ha dado con "absoluta transparencia y en presencia de la opinión pública y ante representantes de organismos de derechos humanos".
El operativo fue tan blanco y tranquilo que desde que Fox ordenó la entrada de las fuerzas federales, más de 10 mil militares ocupan las calles de Oaxaca (3 mil 500 policías granaderos con toletes, 3 mil policías militares con armas de fuego largas, 5 mil militares del ejercito federal), las inofensivas tanquetas usan agua mezclada con una tinta indeleble que dura 40 días y que se ve incluso en la oscuridad y a larga distancia, gases lacrimógenos que si se lanzan sobre pechos o cabezas se convierten en armas mortales, gases pimienta, tractores para levantar las barricadas, helicópteros de reconocimiento y aviones Boeing...
En Oaxaca hay estado de excepción. Fox lo llamará de otra forma, pero lo cierto es que las carreteras que entran y salen de la capital del estado están cerradas por el ejército. Desde hace dos días no hay vuelos comerciales ni de pasajeros (únicamente pueden viajar las fuerzas federales). La PFP catea casas, revisa a tod@s los que entran al Zócalo de Oaxaca, mochilas e identificación, violando el derecho a libre tránsito (si no traes identificación te detienen) y además destruyó y saqueó 37 locales comerciales del Zócalo (dicen los comerciantes que en 5 meses de plantón no hubo ni un solo robo) robándose de paso desde bolsas de papas fritas hasta aparatos de TV.
El bloqueo informativo es enorme. Radio Universidad, el medio informativo y organizativo de la APPO, sufre constantes ataques de grupos paramilitares, bloqueos de la señal (lo que provoca que la emisión tenga interferencias y sea inestable) así como cortes de la luz y el teléfono. Otros medios de comunicación alternativos y comunitarios del estado de Oaxaca , como Radio Comunitaria Jenpoj, se encuentran en alerta roja, ante la amenaza de que la Policía Federal Preventiva (PFP) detenga a los locutores que informen sobre el movimiento social de la APPO.
Mientras, los de arriba siguen sin reconocer los asesinatos de nuestrxs compañerxs. El vocero de la presidencia, Rubén Aguilar, insistió en que la Secretaría de Seguridad Pública federal no tiene información de que a raíz del operativo realizado en Oaxaca se haya perdido la vida de alguna persona. También señaló que como es evidente que puede haber muertos en la ciudad, las autoridades competentes tendrán que hacer las investigaciones pertinentes para señalar dónde y cómo murieron esas personas.
Un ejemplo. Carlos Abascal asegura que Alberto Jorge López Bernal perdió la vida al estallarle el petardo que estaba manipulando, sin embargo, el reporte de la necropsia expedido por la Secretaría de Salud y firmado por el doctor Guillermo Morales Javier, que se practicó ayer señala que murió como consecuencia de las múltiples lesiones que le produjo un proyectil de gas lacrimógeno en el corazón y pulmón izquierdo.
Numerosos organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, como Amnistía Internacional, la ONU, el Comité Cerezo, el Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín pro Juárez”, la Comisión Nacional de Derechos Humanos..., se han pronunciado sobre los hechos de Oaxaca. Todos condenan la represión. Todos coinciden en señalar el operativo de Oaxaca como violento. Todos llaman a las autoridades federales a que garanticen que los agentes de la PFP respeten los derechos humanos. Todos reconocen la muerte de varixs compañerxs.
Y ahora, ¿cuántas mentiras más van a decir el gobierno y los medios masivos?
Fuente: http://vientos.info/cml/?q=node/6127
