Y ahora vienen con los mismos caciques de siempre a presentarse a elecciones y decirnos que éstos ladrones ya son otros, que estos corruptos ya no lo serán más, porque así lo dices el líder moral y uno debe de aceptarlo per se.
Y si no votamos por ellos somos "traidores a las causas del pueblo". Pero esta retórica electoral es la que debemos de abandonar. No se trata de votar, abstenerse, o anular el voto. Se trata de pensar en una estrategia política no comicial. Y esa estrategia empieza por cambiar la forma en que hemos sido educados políticamente. En saber plasmar constructiva y tácticamente las nuevas formas de gobierno emancipatorias y no electorales. Desaparecer los partidos políticos como forma de participación y reemplazarlos por autogobiernos; desaparecer al Estado y empoderar el anarquismo.