¿VOTO POR VOTO Y CASILLA POR CASILLA?

Y bien, después de tan desaseadas elecciones internas en el PRD, donde el viejo aparato priísta salió a relucir sus mejores técnicas y maquinaria ¿Dónde quedó aquel reclamo de “voto por voto y casilla por casilla”? Esa es la democracia que nos ofrecen tanto los chuchos como los amlicistas. Y ahora quieren hacernos creer que sólo los “chuchos” son los “malos de la película” tratando de ocultar las prácticas de fraude provenientes de la planilla de Encinas. Una elección interna donde el “presidente legítimo” designa con el clásico “dedazo” a su candidato a jefe del partido, donde los desaforados bejaranistas ponen al mejor postor sus redes clientelares; donde como buenos discípulos de Hildebrando el sistema da puntos dependiendo de quien ponga dinero en ese momento, donde cual buenos discípulos de Bartlett se les cae el sistema, donde el líder histórico, cual versión amarilla de Elba Esther Gordillo, viendo que los resultados no favorecen a su grupo llama a “anular la elección”, erigiéndose por arriba de los organismos electorales de dicho partido. Una elección donde los muertos aun votan, donde despensas tanto de los gobiernos federales como estatales se reparten a entre acarreados, donde existen casillas con un padrón de cien y votan mil. Donde cada tribu plantea la anulación en los estados donde ganaron, sólo para desaparecer a nivel nacional los votos de su contrincante.

¿Pero qué podían esperar, cuando ambos candidatos (sí, se que hubo más, como Camilo Valenzuela, pero esos sólo se lanzan no por que aspiren a ganar, sino para seguir viviendo del erario) lo dijeron claro en televisión: No aspiramos a la revolución, sino a hacernos institucionales (¿Partido Revolucionario Institucional? me parece que esa marca ya existe) Así que, si no aspiran a la revolución, porque eso les parece trasnochado, mucho menos a la democracia.

Y nos dicen que así defenderán nuestro petróleo (¿Ya se olvidaron de la privatización parcial que ofrecía Cárdenas y de la apertura discreta que ofrecía Obrador?) cuando en realidad buscan canalizar el descontento social para las próximas elecciones, ser presión para Calderón, pero sin aspirar realmente a su salida, Calderón es el Salinas de AMLO, pero sólo porque este último es Salinas travestido, lo que nos lleva, a que en realidad son más amigos que enemigos (¿O ya se olvidaron de esa noche del dos de julio foxista a Muñoz Ledo a lado de Felipe Calderón, o de la defensa del mismo AMLO a Fox cuando lo deslenguado de éste último le llevó a conflictos con Fidel y con Chávez?)

Así, que mientras que López Obrador pretende que volteemos a otra parte y que la gente aun crea en Santa Clous (bueno, en Encinas), algo debe quedar claro: el PRD no podía defender el voto por voto y casilla por casilla, porque fueron parte de los artífices que le dieron el triunfo electoral a Calderón; y no podrán defender el patrimonio petrolero, porque también son parte de los que planean su privatización. Las movilizaciones lopezobradoristas sólo tienen la intención de pulsar su fuerza, misma que será su moneda de cambio frente a las otras elites gobernantes.

Ello no significa que los demás partidos tengan procesos “más democráticos”: En el PRI, los grandes electores son los gobernadores, en el PAN, han pasado de las elecciones por colegios de notables, al cómodo dedazo presidencial. Y la demás chiquillada, pues son negocios familiares.

Los partidos políticos no pueden ofrecernos democracia, porque su accionar no es democrático, sino en el mejor de los casos clientelar, son la panacea, para que creyendo en ellos, no nos organicemos democráticamente. Los partidos políticos son la dictadura fragmentada de las elites, que no obstante, en los momentos cruciales se mantiene unida, frenta la verdadera oposición que les aterra: EL PUEBLO.

¿Y usted, todavía cree en el voto por voto y casilla por casilla?