LA LEY TELEVISA Y EL SOFTWARE LIBRE

LA LEY TELEVISA Y EL SOFTWARE LIBRE

A finales del periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados de México, estuvimos frente a una nueva agresión neoliberal conocida por estos rumbos como la “Ley Televisa” proyecto en materia de telecomunicaciones que no sólo garantizaría la permanencia del duopolio televisivo, sino también su expansión en otras áreas de las comunicaciones digitales. Este proyecto, que de momento quedó en la congeladora (aunque más bien para reposarlo por temporada electoral y para consensar con los empresarios una jugosa tajada) además tendería a reducir los espacios de participación de de las radios comunitarias y de proyección cultural.

Ello me ha llevado a reflexionar en que la discusión sobre el software libre necesariamente debe pasar por el acceso libre de los medios de comunicación analógicos y digitales. Y esa liberalización no debe pasar por la estatización de dichos medios, sino por la socialización de los mismos. ¿Por qué no por el Estado? Porque no se puede estar libre de la censura si pasamos esos medios cada vez más privatizados al Estado. El mercado censura, el Estado censura, solo la socialización no censura, porque es comunicación plena.

No tiene sentido que yo utilice software libre, si no existe un acceso libre al hardware, a las redes, y a las tecnologías digitales para cualquier ciudadano. Hasta ahora, pocas veces he oído que se discuta la liberalización de la tecnología para fabricar procesadores, discos duros o discos compactos.

Muchos amigos, que como yo, andamos en lo del software libre, que utilizamos linux (y Debian, para que parezca más libre), vemos que existe la desconfianza en el desarrollo de dichos programas informáticos, si esto no es tutelada o respaldada por los grandes corporativos, es decir, si estos no tienen una línea comercial, parecen pedir disculpas por justificar que el software libre se puede comercializar y en el ya viejo debate de la manera en que vivirán los desarrolladores. Es decir, el software libre, en los últimos meses ha tenido más preocupación por presentarse como un nuevo modelo de mercado, que como una herramienta que facilita el acceso libre a la información.

No todos tienen accesos a los lenguajes de programación y a su uso en la generación de nuevo software (yo sólo tengo conocimientos básicos) y el asunto parece ser sólo para gurús; cuando que, en tanto lenguajes, son formas de comunicación; y si no participamos de dicho lenguaje, tenderemos a ser excluidos de dichos sistemas comunicativos y por lo tanto el modelo privativo, comercial y enajenante se impondrá.

En resumen:
1.Se debe luchar por descomercializar socializar los medios de comunicación tanto analógicos como digitales. El espacio radial es nuestro, no del Estado, no de las Empresas.
2.Se debe luchar por obtener un hardware libre y no solo un software libre
3.Se debe expandir el circulo de conocedores de lenguajes de programación. Si la lectoescritura es un derecho universal, ella también debe incluir los nuevos lenguajes.

El lenguaje es conocimiento y la forma de transmitirlo debe ser libre. No pueden ser privados los instrumentos de transmisión de los códigos y lenguajes, quien los controla nos controla, moldea el lenguaje, ejerce poder sobre nosotros, pues solo priva la significación que él le da, el lenguaje, entonces, es no es un asunto privado, es un asunto social.