El huracán Fidel

Es viernes.

En mi ciudad rural llueve.

Hay más agua que gente en las calles.

Desde el segundo piso del edificio en que trabajo el panorama es desconsolador.

Y eso que aquí, el paso del huracán “Karl” fue de “menor impacto”. El huracán Fidel es el que más nos ha afectado. Dejó sin mantenimiento los puentes y algunos se han caído. Las carreteras en la zona norte de Veracruz parecen hechas para un juego de “Mario Kart” en una prueba para ver quien puede evitar más hoyos. En otras parte del Totonacapan, simplemente no hay carreteras. El otorgamiento de permisos de tala a diestra y siniestra ha dejado el camino para que cualquier lluvia destruya una ciudad.

Decía que nos a afectado más huracán Fidel.

Ayer veía cómo la ayuda para enviar al Puerto, donada por gente bien intencionada iba a parar a las oficinas del PRI, después de ser recolectada por instituciones u ong “independientes”. El uso electoral de la tragedia. Duarte permanece escondido mientras su jefe aprovecha esta oportunidad, para enriquecerse un poco más, antes de salir.

A los maestros, los han obligado a renunciar a un día de su salario como “contribución voluntaria para los damnificados del huracán Karl” O firman o los sanciona su sindicato “charro”.

A los alumnos becados, también les han anunciado que no habrá beca, que “generosamente” la aportarán para el fondo para los damnificados.

Lo mismo para los inscritos en el programa “70 y más”

Ayer, una señora me comentaba, después de regresar de su reunión del “Programa Oportunidades”

-Sí, señor, nos dicen que nos van a dar lo de “oportunidades”, pero no todo eh, que según tenemos que entrarle por lo del huracán y que agradezcamos que nos dejarán algo en esta.

El huracán Fidel con su marea roja arrasó todo el presupuesto del estado y lo dejó indefenso ante cualquier otro fenómeno.

Entre tanto los grandes supermercados se alistan ya para aumentar disminuir más los pocos impuestos que pagan, vía “donativos” hechos a fuerza o por “redondeo” al momento de pagar o bien solicitando que la gente les lleve víveres, que según ellos mandarán a los damnificados. Lo increible es que hay gente que va y deja despensas.

El huracán Fidel ha dejado a mi colonia con dos semanas sin agua potable, misma que se paga aunque no llegue. ¿Cuanto logrará llevarse en dinero este huracán rojo antes de que llegue diciembre?

No lo se... pero se que lo hará con toda impunidad y que la culpa no se la echarán a él, sino a Karl.