Dignos herederos de la tradición fascista, basada en la ocupación de territorios, exilios forzados, terrorismo de estado, represión y limpieza étnica sistematizada, son a los modernos israelitas los que debemos llamar por su nombre: neonazis.
Pero más propiamente, son el pueblo Israelita los protonazis por excelencia. Con un Dios que llama al exterminio de los enemigos de siempre, aun los recién nacidos. (Hoy palestina, expresión latina de Filistea; hoy Líbano, los antiguos fenicios de Tiro y Sidón), para ocupar un territorio que nunca les ha pertenecido.
Y mientras, el occidente “cristiano” no voltea a ver al Holocausto Palestino y Libanés, porque creen que eso son “señales de los últimos tiempos” y por lo tanto es “la voluntad de Dios”
Cierto, Ana Frank ahora muere en Palestina. Mi bisabuelo, un judío austriaco que murió en los hornos de Hitler, vuelve ahora a morir en la franja de Gaza.
Hitler ahora preside en la Casa Blanca. La fase superior del capitalismo no es la Sociedad de la Información, es el fascismo. Hoy, los israelitas no tienen que envidiarle nada a las SS o la Gestapo.
Palestina llora, y yo lloro con ella
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